Mantener controlados los eosinófilos puede ser vital para ti y para tu salud. En este post te contamos todo acerca de ellos, te decimos como tenerlos controlados y cuáles son los valores normales entre los que te tienes que manejar.
Indice de contenidos
Qué son los eosinófilos
Además, en el momento en el que nuestro cuerpo está sufriendo una infección, los eosinófilos aparecen para intentar neutralizarlo. Por eso, como te he comentado antes, son necesarios en temas de infecciones y en procesos inflamatorios.
Eosinofilos. ¿Cuáles son los valores normales?
Debes saber que, científicamente, los eosinófilos forman entre el uno y el seis por ciento del total de leucocitos en la sangre. Por tanto, dentro de los valores normales, se encuentra un número que no puede superar los 350 eosinófilos por microlitro de sangre.
¿Qué conlleva tener eosinófilos altos (eosinofilia)?
Se considera que se tiene un recuento de eosinófilos altos si el número se sitúa por encima de los 500 en cada mililitro de sangre. Entre las causas principales que supone tener los eosinófilos altos están las siguientes:
- Alergias u otros problemas respiratorios como asma y rinitis. O alergias en la piel como urticaria, dermatitis o eczemas.
- Enfermedades parasitarias.
- Alergias producidas por el uso de ciertos medicamentos.
- Enfermedades que suponen una inflamación de la piel.
- Inflamaciones intestinales, hematológicas, genéticas o cáncer.
Significado de eosinófilos altos
Básicamente el padecer las siguientes patologías:
- Falta de aire, estornudos, congestión nasal, rinitis o dolor abdominal.
- Picor en la piel, dolor general en el cuerpo, cólicos, náuseas o diarrea.
¿Qué conlleva tener eosinófilos bajos (eosinopenia)?
Tener un nivel de eosinófilos bajo significa que el recuento está por debajo de las 50 células por litro de sangre. Eso puede llevar a que el paciente tenga los siguientes síntomas:
- Bajada de peso.
- Cansancio generalizado.
- Aceleración del ritmo del corazón.
¿Cuáles son las causas de los eosinófilos bajos?
Puede deberse a lo siguiente:
- El hecho de que no existan células sanguíneas puede llevar a ello.
- Síndrome de Cushing. Nuestro cuerpo produce un exceso de cortisol.
- Enfermedades producidas por ciertas bacterias o parásitos.
- Enfermedades autoinmunes.
- Estrés relacionado con ejercicio, exceso de trabajo o traumas en general.
- Demasiado alcohol en el cuerpo.
- Otros virus como el VIH.
¿Cómo subir los eosinófilos bajos?
Si tu análisis ha demostrado que tienes los eosinófilos bajos, ha llegado el momento de aumentarlo. Por lo general, tu médico te dará los siguientes consejos:
- Tener una dieta sana y equilibrada que incluya sobre todo las verduras, las frutas y los frutos secos.
- Realizar actividad física de forma frecuente.
- Estar muy bien hidratado.
- Dormir la cantidad de horas adecuadas. (Al menos entre 7 y 8 horas).
- Incluir otros alimentos que puedan ser beneficiosos como el té verde o las infusiones de Gingsen.
Los eosinófilos altos en niños
Los niños también son propensos a sufrir de eosinófilos altos y, entre las causas más comunes, está el hecho de que exista un alérgeno en el ambiente y ante el que su cuerpo debe responder. Pueden existir parásitos en la sangre u otro tipo de causas como las siguientes:
- Alergias de cualquier tipo.
- Infecciones en la piel como la psoriasis.
- Efectos secundarios en medicamentos.
- Diálisis.
- Infecciones bacterianas.
- Infecciones por hongos.
- Un fallo en la producción de los glóbulos blancos.
Entre los síntomas están los siguientes:
- Mala respiración relacionada con tema de asma, tos o el notar algo extraño.
- Dolor en el estómago, diarrea o malestar general en el sistema digestivo.
- Reacciones cutáneas.
Si se observan estos tipos de síntomas se debe acudir rápidamente al médico. Allí, con una analítica de sangre completa, se dará una visión más objetiva y se confirmarán o no los datos. Lo mismo ocurre con los adultos, ante cualquier sensación extraña, debe controlarse el nivel de eosinófilos para mantenerlos en los niveles correctos.